Diagnóstico laboratorial
En el diagnóstico laboratorial son muy importantes las pruebas para la detección del agente y la solicitud de estudios histopatológicos para relacionar los síntomas y las lesiones macroscópicas y microscópicas con los agentes patógenos involucrados. Es importante que las muestras del aparato digestivo se tomen sobre animales sacrificados en ese momento, ya que tanto las sustancias del aparato digestivo como la flora presente en él producen procesos muy rápidos de autolisis que pueden confundir o imposibilitar el diagnóstico.
En este caso se enviaron al laboratorio dos lechones vivos con síntomas clínicos. Allí se realizó la necropsia de los mismos y la toma de muestras, y se solicitó un panel digestivo que incluyera los agentes del diagnóstico diferencial basado en la prevalencia de la enfermedad digestiva asociada a la edad.
En el cultivo microbiológico los resultados fueron crecimiento masivo de E. Coli y de Salmonella spp. en el intestino delgado y en el grueso de ambos lechones. Se consiguieron seis aislamientos de E. coli de dos cepas distintas, pero ninguna de ellas estaba presente en los dos animales. En el diagnóstico anatomopatológico se observó enteritis catarral, caracterizada por la presencia de un infiltrado inflamatorio linfohistiocitario en la mucosa y submucosa acompañado de algún neutrófilo, con abundante contenido de detritus celulares y bacterias Gram (-) de pequeño tamaño en la luz intestinal. La serosa se presentaba reactiva (peritonitis fibrinosa) y había deplección linfoide de las placas de Peyer.
Se realizó de nuevo el diagnóstico y se concluyó que se trataba de un brote epidémico de PRRS sobre el que se asociaban distintos agentes concomitantes.
Si únicamente se hubieran tenido estos resultados, el diagnóstico definitivo podría encajar con el diagnóstico presuntivo de diarrea colibacilar. Sin embargo, el número de lechones con diarrea siguió aumentando a pesar del tratamiento, incrementándose la mortalidad en estos lotes. También se incrementaron las diarreas en lactación que afectaron a un gran número de lechones nacidos de madres de cualquier ciclo de edad y en cualquier momento de la fase de lactación, pero sobre todo en la primera semana. Aumentaron las bajas en transición debidas a procesos respiratorios con lesiones compatibles con la enfermedad de Glässer y se alcanzó un porcentaje de bajas mensual del 7,4%. Además, en el diagnóstico laboratorial apareció cultivo masivo de Salmonella spp. en uno de los pulmones, cultivo masivo de Haemophyilus parasuis en ambos pulmones y Streptococcus spp. en uno de ellos.
En el anatomopatológico, macroscópicamente, los lóbulos diafragmáticos del pulmón presentaban un engrosamiento pleural amarillento que coincidía con la imagen histológica de una pleuritis fibrinosa caracterizada por la presencia de un infiltrado inflamatorio con predominio de granulocitos, abundante fibrina y detritus celulares. Los septos alveolares presentaban un aumento de grosor debido a la presencia de histiocitos, linfocitos y neutrófilos (neumonía intersticial), que en algunas zonas llegaban a colapsar los alveolos. También se apreciaba marcada hiperplasia del epitelio de bronquiolos y bronquios, acompañada de necrosis y desprendimiento de las células epiteliales hacia la luz bronquial y presencia esporádica de sincitios celulares.
Bajo esta nueva circunstancia, y con la sospecha de una infección vírica asociada a estas lesiones pulmonares, se realizaron las pruebas oportunas que confirmaron la presencia del virus del PRRS en el suero (se debe recordar que la explotación era negativa a PRRS), por lo que la hipótesis diagnóstica tomada en un primer momento quedó anulada por este hallazgo.
Se realizó de nuevo el diagnóstico y se concluyó que se trataba de un brote epidémico de PRRS sobre el que se asociaban distintos agentes concomitantes, lo que resultó en la aparición de un complejo digestivo en primeras edades causado por la acción inmunomoduladora asociada al virus del PRRS junto a la acción de E. coli o Salmonella spp., pero se realizaron otras pruebas diagnósticas necesarias para determinar cuál de los dos es el causante de la diarrea o si ambos están implicados.
Para el caso de E. coli, estas pruebas pasan por determinar si existen factores de virulencia de E. coli asociados a fimbrias (K-88, K-99 y F18) o toxinas. En el caso de Salmonella spp. se debería intentar la determinación del serotipo, ya que S. Typhimurium puede producir septicemias y su hallazgo implicaría que estaba involucrada en el cuadro clínico y podría ser la causa principal de la diarrea, si bien la inflamación que produce suele ser de tipo fibrinoso y no catarral, como es el caso de E. coli.
Publicado en Albéitar Nª 162.